Meta ante el juicio de la FTC: ¿peligran Instagram y WhatsApp?
- Kevin Anderson
- hace 1 hora
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Washington, D. C.—En un clima político cada vez más hostil hacia las grandes tecnológicas, el juicio FTC v. Meta se perfila como la causa antimonopolio más trascendental desde que el gobierno estadounidense forzó la desintegración de AT&T en 1982.
El regulador sostiene que Meta consolidó un dominio cuasi absoluto sobre las redes sociales “personales” al comprar Instagram y WhatsApp, y pide al juez que obligue a la compañía a desinvertir dos de sus joyas más preciadas.
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De compras estratégicas a presunto monopolio
En 2012, cuando Facebook aún lidiaba con un tránsito accidentado a móviles, Mark Zuckerberg pagó 1000 millones de dólares por Instagram—13 empleados, ningún ingreso, pero un crecimiento explosivo en fotos sociales.
Dos años después desembolsó 19000 millones por WhatsApp, la app de mensajería más popular fuera de Estados Unidos. Hoy ambas plataformas superan, en conjunto, los 3000 millones de usuarios activos. Para la FTC, esas cifras evidencian que las adquisiciones eran menos una apuesta visionaria y más un “cortafuegos competitivo”.
“Es mejor comprar que competir”, escribió Zuckerberg en un correo interno de 2008 que ahora ocupa un lugar central en la acusación. La frase, admiten los abogados de Meta, “puede leerse mal fuera de contexto”, pero no prueba intención anticompetitiva.
Especialistas en fusiones tecnológicas señalan que la práctica de absorber startups prometedoras no es nueva. Google lo hizo con YouTube; Amazon, con Twitch.
La diferencia, advierte Sally Hubbard—ex asesora antitrust del Departamento de Justicia—es la escala: “Nunca antes vimos a una sola empresa controlar el feed fotográfico global y la mensajería móvil privada a la vez”.
La construcción de una defensa: mercado y méritos
La estrategia de Meta pivota sobre dos ideas principales.
Definición de mercado. La FTC limita el universo competitivo a los “servicios de redes sociales personales”, donde contabiliza únicamente a Snapchat y MeWe como rivales. Meta contraataca: TikTok, YouTube y X compiten ferozmente por la atención juvenil y la pauta publicitaria. “Si un usuario abandona Reels por TikTok, eso es competencia real”, declaró Gary Bornstein, abogado externo de la compañía, durante la primera semana del proceso.
Eficiencias y beneficios para el consumidor. Meta afirma haber invertido más de 2000 millones de dólares en innovación para Instagram y WhatsApp tras las compras—desde cifrado de extremo a extremo hasta herramientas de seguridad para adolescentes. “Sin nuestro músculo financiero, WhatsApp seguiría cobrando un dólar anual o estaría plagado de spam”, sostuvo un portavoz.
La defensa también subraya la integración técnica de las plataformas: los sistemas de moderación y la arquitectura publicitaria funcionan ahora sobre un tejido común.
“Descoser ese back-end generaría vulnerabilidades de seguridad y meses de caída del servicio”, advierte un ingeniero que pidió anonimato por no estar autorizado a hablar.
Dentro de la sala: testigos, presión política y un juez escéptico
El juicio se desarrolla en la corte federal E. Barrett Prettyman, a pocos pasos del Capitolio. El magistrado James E. Boasberg, conocido por su escepticismo ante demandas antitrust demasiado amplias, ya desestimó en 2021 la primera versión del caso y obligó a la FTC a pulir su argumento. Ahora, tras dos enmiendas y miles de páginas probatorias, el juez ha dejado claro que la carga recae sobre el regulador.
Día 1 — Mark Zuckerberg bajo juramento
Durante cinco horas, el CEO defendió las compras como “apuestas audaces” para mantener el ritmo de la innovación móvil. El fiscal de la FTC proyectó en pantalla el famoso correo “better to buy than compete” y presionó para que Zuckerberg reconociera su miedo a que Instagram eclipsara a Facebook. El directivo evitó el término “miedo” y habló de “respeto competitivo”.
Próximos comparecientes
Kevin Systrom, cofundador de Instagram, podría aclarar si se sintió arrinconado a vender.
Sheryl Sandberg, ex COO de Meta, ofrecerá detalles sobre la integración publicitaria.
Economistas de Harvard y Stanford debatirán si TikTok cuenta o no como sustituto funcional.
En paralelo, lobbistas de ambos bandos recorren los pasillos del Congreso. Kevin Moss, analista en la firma de riesgo político Beacon Policy Advisors, resume: “La batalla jurídica se juega en la corte, pero la narrativa pública se libra en CNN y Bloomberg. Y esa narrativa influye”.

Escenarios de fallo: continuidad, condiciones o ruptura
Escenario | Probabilidad estimada | Consecuencias directas |
Meta gana sin condiciones | 35 % | Se refuerza el statu quo; la FTC replantea su estrategia. |
Meta gana con restricciones | 30 % | Mayores límites a adquisiciones futuras y obligaciones de compartir APIs. |
La FTC gana y se impone desinversión | 25 % | Segundo juicio para detallar “spin-off” de Instagram y WhatsApp. |
Acuerdo político previo al veredicto | 10 % | Compromisos voluntarios de transparencia y portabilidad de datos. |
Los analistas de Evercore calculan que una ruptura podría tardar hasta tres años y costar a Meta cerca de 3000 millones de dólares en reingeniería. Para los usuarios, la transición traería incógnitas: ¿seguirían funcionando los mensajes cruzados entre apps? ¿Cambiarían las políticas de privacidad?
Impacto en la publicidad digital y las startups
El 65 % de los anunciantes mundiales compra inventario en Instagram y WhatsApp, según eMarketer. Un split reduciría el alcance agregado, obligando a agencias a fragmentar presupuestos. No obstante, los precios podrían bajar por mayor competencia—un escenario que marcas de consumo verían con agrado.
Las startups, por su parte, analizan el precedente. “Si la corte obliga a desinvertir, se envía un mensaje: ya no basta con venderse al gigante de turno”, opina Laura Gómez, fundadora de Atipica, plataforma de IA para RR. HH. “Los exits multi-billonarios podrían volverse más difíciles, pero también surgirían ventanas para competir en mensajería o foto social”.
Un caso similar ocurrió con la obligación de Microsoft de abrir sus APIs tras el acuerdo de 2001; surgieron navegadores y suites ofimáticas rivales que, con el tiempo, avanzaron sobre terreno antes intocable.
Cronología clave
2012: Facebook compra Instagram por 1000 M US$.
2014: Adquisición de WhatsApp por 19000 M US$.
2019: La FTC abre investigación preliminar.
2020: Demanda original; es desestimada por “falta de datos de mercado”.
2022: La FTC presenta versión enmendada.
Abr. 2025: Inicio del juicio; Zuckerberg declara.
Q4 2025: Se espera veredicto; cualquier apelación podría alargar el proceso hasta 2027.
Epílogo: la era post-Big Tech concentrado
Sea cual sea el desenlace, el juicio FTC v. Meta redefine la conversación sobre poder de mercado en la economía digital. Si Meta conserva Instagram y WhatsApp, lo hará bajo un escrutinio que limitará nuevos movimientos de compra.
Si pierde, nacerán al menos tres empresas independientes y un precedente que pondrá en revisión docenas de fusiones pasadas. Y, como recuerda la profesora Lina Khan—hoy presidenta de la FTC—“los monopolios de ayer parecían inevitables… hasta que dejaron de serlo”.
Para periodistas, analistas y directores de marketing, entender la letra pequeña de este caso ya no es opcional: es el manual de instrucciones del próximo ciclo tecnológico.
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